La marcha del 24 de marzo en Mendoza tuvo una asistencia de 12 a 15 mil asistentes. Esto la convierte en una de las marchas más importantes en convocatoria de los últimos 10 años.
Contó con una fuerte y masiva convocatoria de las organizaciones sociales y políticas, pero también de una gran asistencia de personas “sueltas”, que participaron por fuera de las organizaciones.
El momento político
La convocatoria de la marcha y acto fue amplia y masiva no solo en Mendoza, fue así en todo el país. De hecho, incluso los monopolios mediáticos debieron dar cuenta de la impresionante cantidad de gente que participó de los actos en Plaza de Mayo, en Mendoza y en todos los lugares.
Esto nos habla del avance en profundidad de la crisis orgánica del sistema institucional neoliberal, operada por el constante avance de los sectores excluidos, trabajadores y pequeños productores, en la recuperación de espacios en la distribución de la riqueza y paulatinamente en su inclusión política en la definición de las políticas del estado.
Este avance en la inclusión de los que estaban excluidos por el modelo neoliberal pone en crisis ya no solo las ideas que ordenan a la sociedad desde la lógica del neoliberalismo, sino también las instituciones de representación política, el sistema institucional en su conjunto.
Por eso hay estamos ante una parálisis del poder legislativo y una cada vez mayor intromisión del Poder Judicial en la definición de la política de gobierno; porque la construcción del modelo inclusivo de Estado, Producción y Trabajo avanza en las áreas sensibles, y del otro lado ven que hay que frenarlo como sea. Ya nadie puede permanecer “neutral” e “independiente”, por eso los jueces de todas las instancias del poder judicial que se encuentran por debajo de la Corte Suprema de la Nación, la mayoría de ellos nombrados durante la dictadura y los gobiernos neoliberales posteriores, empiezan a jugar abiertamente del lado del que siempre estuvieron y como lo que son.
Esta crisis del sistema institucional nos lleva cada vez mas al terreno de la resolución del conflicto donde debemos debatir, definir y acordar sobre qué proyecto de país queremos, al terreno de la lucha de calles, al terreno de la movilización popular, único terreno donde las mayorías populares pueden y deben ganar.
Esto el pueblo lo percibe, por su historia de movilización y lucha por el proyecto Nacional, Popular y Latinoamericano; Productivo Integral, con pleno empleo e inclusión de las mayorías, por eso se lanza cada vez con mas decisión y claridad a participar en las calles.
La masividad y heterogeneidad de los actos del 24 de marzo tienen que ver con el reclamo histórico de verdad y justicia por los crímenes de lesa humanidad de la dictadura de los Martínez de Hoz, Rockefeller y Videla, y por el avance que vienen teniendo los juicios a los represores, así como con la persistente recuperación de nietos apropiados.
Aunque, en lo profundo, también guarda relación con esta crisis institucional orgánica que la creciente inclusión social e institucional genera, y que se manifiesta políticamente como ascenso transformador y el consecuente escenario de cada vez mayor necesidad de movilizar y salir a la calle para defender los avances y profundizar el proyecto de inclusión. Frente a una clara y definida amenaza, de los que se oponen, de querer volver a la Argentina de 1991-2001, la de Menem-Duhalde y De La Rua-Cobos, la de la quiebra de los pequeños empresarios y productores; la de la desocupación masiva para los trabajadores obreros, técnicos y profesionales; la del Mercado que tercerizaba y vendía el Estado-Nación.
La marcha de Mendoza, los juicios detenidos y el pedido de los organismos de un acto único.
En Mendoza la marcha se daba en un marco particularmente delicado en relación a los juicios contra los represores, ya que es ésta la única provincia donde existe un cuerpo enorme de pruebas, testigos, testimonios, etc. para poder llevar adelante los juicios y condenar a los genocidas, y la justicia federal viene demorando y dilatando la concreción de las audiencias. El 11 de marzo de este año daban inicio los primeros juicios, y llegada esa fecha una vez mas los jueces y fiscales federales volvieron a patear la pelota para adelante, en espera quizás de que la situación política en algún momento cambie y los juicios finalmente no se realicen.
Esto no sorprende de la justicia federal mendocina, es la misma que en el día de hoy ratificó la medida cautelar de primera instancia contra la Ley de Medios de la Democracia.
Con ese panorama los organismos de Derechos Humanos (Madres de Plaza de Mayo, Casa de la Memoria, HIJOS, Familiares de Detenidos Desaparecidos, la Liga por los Derechos del Hombre y la Asociación de Ex Presos, Exiliados y Detenidos Desaparecidos) apostaron a la concreción de un acto único, sosteniendo la unidad de todos los sectores que históricamente viene participando en las marchas del 24 de Marzo. La intención era realizar un acto contundente de repudio a la Justicia Federal para presionar por la realización de los juicios.
La disputa de los dos proyectos de país
En este marco los organismos pedían que se dejaran de lado las diferencias entre los sectores que vienen luchando por el sostenimiento y profundización del proyecto nacional, popular y latinoamericano, y aquellos sectores de la izquierda liberal que montados en un discurso “de avanzada” golpean sobre el gobierno nacional colaborando con la estrategia desestabilizadora de la derecha financiera agro exportadora desde el conflicto por las retenciones. El pedido de los organismos era que todos juntos hiciéramos foco en el reclamo de la efectivización de los juicios.
Los sectores de la izquierda golpista (MST, PO, PTS, PCR, Proyecto Sur, etc.) en Mendoza están nucleados en la llamada “Multisectorial Social”, y se planteaban el acto del 24 como la tribuna ideal para sus diatribas contra el gobierno y contra los avances innegables del proyecto nacional.
Ante esto los organismos solicitaban que hubiera un solo documento en el acto, el de las organizaciones de Derechos Humanos.
Desde las organizaciones del campo nacional, popular y latinoamericano adherimos y apoyamos la posición de los organismos de sostener un acto único y de que hubiera un solo orador que leyera el documento de los organismos de derechos humanos.
La Multisectorial “opositora” se negó a este pedido e insistió con leer su propio documento, donde se despacharían contra el gobierno.
Ante esto, algunas Madres de Plaza de Mayo plantearon que no asistirían a la marcha, lo que produjo un gran revuelo y zozobra entre los demás organismos de derechos humanos.
Finalmente, y con el apoyo de las organizaciones del campo nacional y popular, las Madres decidieron marchar, aceptando la lectura del documento de la Multisectorial “opositora” pero guardándose el lugar de últimas oradoras para cerrar el acto.
La unidad del campo nacional y popular con las Madres a la cabeza
El conjunto de organizaciones que sostenemos el proyecto nacional, popular y latinoamericano concentramos juntas en un mismo punto antes de la gran concentración. De esta convocatoria participaron la Federación Universitaria de Cuyo, el Encuentro Nacional Popular y Latinoamericano, el Movimiento Independiente Latinoamericanista Estudiantil (MILES), el Frente Estudiantil de Unidad Popular (FEUP), el Movimiento de Unidad Popular (MUP), Juventud Militancia Social, Carta Abierta Mendoza, la Asociación de Radiodifusores y Televisoras (ARTEPREGACS), entre otras organizaciones.
Pero lo mas importante fue que de dicha concentración participó, y encabezó la columna, Madres de Plaza de Mayo Mendoza mostrando cuál es el proyecto de país que las Madres apoyan e impulsan.
Estas y otras organizaciones llegamos juntas tras una bandera con la consigna “En defensa del proyecto nacional” y con las Madres a la cabeza de la nutrida columna compuesta por mas de 2.000 compañeros, al grito de “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”. Fuimos recibidos por el resto de los organismos de derechos humanos y encabezamos la marcha detrás de las Madres y demás organismos.
Al llegar al palco del acto, en las escalinatas de Tribunales Federales, la columna de las organizaciones del campo nacional y popular junto a los organismos superaba los 10.000 compañeros, que rodearon el escenario, apoyando a los organismos en su decisión de denunciar a los jueces federales por su intención de dilatar el comienzo de los juicios.
La Multisectorial opositora no pudo dar su discurso y se retiró del acto
Luego de la lectura del documento único acordado por el conjunto de los organismos de derechos humanos, y apoyado por las organizaciones del campo nacional y popular, dos representantes de la Multisectorial izquierdista subieron, tomaron el micrófono para leer su documento, y a pesar del pedido de los organismos, no tardaron 20 segundos de lectura para empezar con su retórica opositora al gobierno nacional.
Alcanzaron a decir que este gobierno “se llena la boca hablando de derechos humanos”, y la rechifla, abucheos y gritos de reprobación por parte de los miles de compañeros de las organizaciones nacionales y populares, y de las personas que acompañaban a los organismos, no se hizo esperar. A los gritos y silbidos le siguieron los cánticos reprobatorios con “se va a acabar, se va a acabar, esa costumbre de golpear” y el renovado apoyo a las madres con “Madres de la Plaza, el pueblo las abraza”. Los abucheados oradores debieron abandonar rápidamente el micrófono sin haber podido pasar del segundo párrafo del documento opositor.
Acto seguido, tomó la palabra María Domínguez, de Madres de Plaza de Mayo, y antes de leer el documento de las Madres denunció la actitud divisionista y desestabilizadora de la Multisectorial opositora, pidió respeto por las Madres y por los 30.000 compañeros desaparecidos y aseguró: “no vamos a dejar de reconocer que en los 27 años de democracia que llevamos este es el único gobierno que ha hecho algo por enjuiciar a los genocidas y terminar con la obediencia debida y el punto final”.
En ese momento las organizaciones de la Multisectorial dieron media vuelta y se retiraron del acto en medio del discurso de las Madres de Plaza de Mayo, mostrando abiertamente cuál era su único objetivo en este acto, que no era el de apoyar el reclamo de verdad y justicia con la apertura de los juicios en Mendoza, sino generar un acto antigobierno. Quedaron en evidencia y fueron repudiados por la gran mayoría de los asistentes al acto, por eso se fueron en medio del discurso de las Madres, agraviando los 34 años de lucha inclaudicable de las compañeras y del resto de los organismos y organizaciones, y mostrando de qué lado de la vereda están en el proceso de liberación nacional en marcha.
En Mendoza también se va clarificando el panorama y van quedando en evidencia aquellos que propician la desestabilización y el golpe siendo abiertamente funcionales a la restauración del proyecto neoliberal financiero agroexportador.
Pero también se va consolidando la unidad de los sectores que defendemos e impulsamos la profundización del Proyecto Productivo Integral de Estado, Producción y Trabajo, con pleno empleo, redistribución de la riqueza y unidad latinoamericana. Unidad de concepción y de acción, unidad que se gesta, construye y consolida en la calle; movilizados, activos y militantes, sumando cada vez mas actores y sectores para lograr la definitiva liberación de nuestra patria.
Gabriel Merino
Encuentro Nacional Popular Latinoamericano (ENPL)
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